El cuento más corto de la historia
Por José Manuel Sánchez Moro
Puesto que nos ocupa la brevedad, seré breve:
Hay uno que se llama Augusto Monterroso que es un señor de Guatemala que hace críticas literarias literaturalizando. Augusto Monterroso escribió un libro, “Movimiento Perpetuo”, en el que se ocupa de diseccionar en qué ha quedado su mente tras años de lecturas de los clásicos. Monterroso es consciente de que tres son los temas que a lo largo de la historia han sido tratados consciente o inconscientemente por los dedicados a este oficio: muerte, amor y vida. Pero él incluye, extrayendo uno de los otros tres -el de la vida-, un tercero: las moscas. “Movimiento Perpetuo” es un análisis de los clásicos y la literatura de manual con un aire de teórico dañino y reprobatoria sapiencia literaria, pero que reúne una antología de escritores que han escrito sobre moscas: Proust, Joyce… El libro se inicia con una frase de Lope de Vega: “quiero mudar de estilos y razones”, e incluye el cuento más breve de la historia, atribuido a Monterroso –autollamado escritor perezoso-, que dice así:
“Hoy me siento bien, un Balzac; estoy terminando esta línea”
Entonces también es el autor del segundo cuento mas corto de la historia
“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. No quise contar las letras para estar seguro, confío en su nota. Saludos.
Hola, Gerardo. Soy el autor del articulín. En primer lugar, gracias por el comentario y por ser lector de Monterroso. Hay muchos “peros” a esto:
El cuento original dice: “Cuando despertó, aliviado suspiró, el dinosaurio todavía estaba allí”. Serían diez palabras, al igual que el que yo reproduzco. Si lo que contamos son las letras, El dinosaurio, aventaja en más de diez al que yo le atribuyo la condición de ser el cuento más corto de la historia.
¿Qué ocurre?
Actualmente, la red y la era digital, con sus subvenidos inventos y la rápidez y el gusto por lo instantáneo que estos han traído, hacen que haya microrrelatos de todo tipo e inabarcables.
Pero hay algunas joyas por ahí:
“Lo maté porque era de Vinaroz”, Max Aub
“-¿Olvida usted algo?
-Ojalá”, Luis Felipe Lomelí.
En fin, difícil ponerse de acuerdo.
Un saludo y gracias.